Posted by La película de Guillermo del Toro nos transporta a un thriller psicológico ambientado en el mundo del circo durante la Segunda Guerra Mundial. El director reinventa un clásico Noir de 1947, que ya se inspiró en el libro homónimo “Nightmare Alley”, y envuelve la película en un encanto oscuro, gracias a un elenco excepcional, contándonos la historia del feriante y mentalista (Bradley Cooper) Stan Carlisle. Podéis ver el trailer ofical de El Callejón de las Almas Perdidas aquí. Este artículo explorará el final de la película y los elementos que la rodean.
Lo que hace tan fascinante esta película es, sin duda, la historia de perdición y, sobre todo, el estudio de la psicología humana y el enfoque acerca de la sombra, el lado oscuro, que habita cada ser humano- El protagonista reconocerá su sombra, aunque ya será demasiado tarde, después de haber estado toda la vida huyendo de ella.
El Callejón de las Almas Perdidas: explicación de la película y significado del final
En la primera escena vemos cómo el protagonista quema un cadáver en una casa y escapa, nos deja como espectadores sin saber qué sucedió, ni de quién es el cuerpo que está ardiendo. Descubriremos todo poco a poco. Si quisiéramos describir la película con una imagen, la más apropiada sería una perfecta parábola descendente. La película narra tanto un ascenso como una caída: la historia de un humilde feriante Stan Carlslile que asciende a ser un exitoso mentalista para luego no solo regresar al punto de partida, sino caer aún más bajo, adentrándose en el lugar reservado para los marginados. Mientras observamos el viaje de Stan, vamos recopilando pistas sobre su pasado poco a poco, como si estuviéramos reconstruyéndolo nosotros mismos en la película. Sabemos muy poco de él, pero como decíamos antes, se nos presenta mientras incinera un cadáver en una casa y luego huye en busca de su suerte, encontrando trabajo como carny. Su primer contacto con el mundo del circo, que vemos, es con la atracción más grotesca y feroz, “el Engendro”, un hombre que se ha convertido casi en una bestia, capaz de desgarrar a una gallina a mordiscos. A pesar de eso, como se puede ver, el espectáculo es uno de los más solicitados. Esta es una escena muy significativa de El Callejón de las almas perdidas, nos muestra el encuentro del protagonista con el hombre “bestia”, un hombre deshumanizado que lleva a cabo actos brutales, como matar y desgarrar a una gallina viva. Este momento crucial de la película subraya el lado oscuro de la humanidad, mostrando cómo las personas pueden ser atraídas por la brutalidad y el horror, tal vez para sentirse superiores o para observar la maldad y reflejarse en ella para poder alejarse o aceptarla para poder neutralizarla. Stan, el protagonista, parece verse afectado por esta escena, sugiriendo una reacción de disgusto y un distanciamiento de esta “aberración”. Más tarde se le explicará que el Engendro, el hombre bestia, no es más que un pobre desdichado atrapado entre los marginados de la sociedad, borrachos o adictos, y que al mantenerlos en su dependencia, acceden más o menos voluntariamente a convertirse y perpetrarse en una monstruosidad.
El ascenso de Stan
Poco a poco, Stan comienza a forjarse un pequeño lugar en la compañía circense, y gracias a Zeena y su compañero Pete, entra por primera vez en el mundo del mentalismo. Stan queda fascinado, pero desde el principio le advierten que no debe caer en el espiritismo. Para Stan, parece una oportunidad dorada aprender los secretos de Pete, celosamente guardados en su pequeña libreta negra que llevará en su bolsillo hasta su muerte. Le pide ser su aprendiz, y así comienza el ascenso de Stan, un ascenso que, sin embargo, tendrá como trampolín la muerte de su maestro de mentalismo, Pete, debido a un error de Stan que le lleva a ingerir alcohol metílico en lugar del correcto. Incluso este error permanece indefinido y dudoso, ¿fue intencional o un fue un lapsus freudiano? La muerte de Pete abre nuevas puertas para Stan, y gracias a Molly (Rooney Mara), la ingenua chica eléctrica de la que se ha enamorado, escapa con ella para crear el mejor espectáculo de mentalismo de todos los tiempos. El espectáculo de Stan es un tremendo éxito y, en tan solo dos años, se convierte en un nombre famoso y muy solicitado. Sin embargo, todo dará un giro importante cuando, durante uno de sus espectáculos, aparezca una mujer misteriosa, interpretada por Cate Blanchett, que lo desafía, afirmando que todo es en realidad una estafa y que se basa en un sistema cifrado entre Molly y él. En ese momento, Stan logra salir victorioso, pero queda fascinado y, al mismo tiempo, perturbado por la mujer. Más adelante, Stan desenmascara la verdadera identidad de la mujer: Lilith Ritter, una psicoanalista que atiende a algunos de los hombres más poderosos de la ciudad, cómo el juez Kimball que estaba con ella durante el desafío. Lilith, a pesar de ser consciente de que Stan es un estafador, se siente atraída y quizás tenga una curiosidad por su habilidad para manipular a las personas. Porque efectivamente esto es el gran don de Stan, la capacidad de manipular a losa demás y hacerles creer lo que quieren creer, o leer detalles sútiles. Stan, por su parte, tiene miedo, el miedo a que pueda car su máscara, y al mismo tiempo atracción, lo que los lleva a entablar un acuerdo. Lilith le proporcionará informaciones sobre sus pacientes para que Stan pueda fingir contactar a los espíritus de sus seres queridos ( obviamente pagando mucho dinero) y el se someterá a sesiones piscoanaliticas, porque ella lo que quiere es como dice textualmente, la Verdad.
El callejón de las almas perdidas: explicación del final, descenso y caída de Stan
Durante una de las sesiones a la que somete a Stan descubrimos que el padre de Stan, un alcohólico, solía maltratar a su esposa y a sus hijos y que al parecer era considerado como un charlatán o por lo menos tenía esa actitud. Por lo que parece, Stan se identificó con este aspecto de su padre y de charlatán evoluciona a embaucador y manipulador, y acabará convirtiéndose en su sombrío reflejo, ese reflejo que tanto detestaba. Y efectivamente lo que después descubriremos al final de la película es que el cuerpo dado a las llamas era el del padre. Después que Stan lo dejara morir intencionalmente de frío.
Gracias a la ayuda de la información proporcionada por Lilith, Stan, a pesar de no seguir las advertencias de no involucrarse en el espiritismo, logra engañar primero al juez Kimball, aunque el engaño termina en tragedia ya que conduce al omicidio y suicidio de la esposa del juez. Luego, se acercará a otro hombre poderoso, Ezra, quien buscaba redimirse por la muerte de una amada a la que obligó a abortar.
En este punto, el engaño de Stan no tiene éxito, y cuando se descubre como el estafador que realmente es, su única solución es eliminar a los obstáculos. Por lo tanto, asesina a Ezra y a su guardaespaldas. Cuando busca ayuda de Ritter (quien había estado guardando todo el dinero que Stan ganó con las sesiones de espiritismo con sus clientes), ella finalmente lo descubre. Lo enfrenta por lo que realmente es: un estafador barato. Utiliza las mismas tácticas que él empleó con sus clientes y lo despoja de todos sus bienes. Esto sirve para resaltar cómo ella había entendido la verdadera naturaleza de Stan desde el principio, y aunque ella no tenía ningún interés real en él, lo robó precisamente por esa razón. Para subrayar su superioridad sobre las habilidades de él.
La película llega a su inesperado final, que tal vez habíamos comenzado a intuir poco a poco. Stan, quien había caído en el alcoholismo, al igual que su padre, se convierte en un vagabundo. Un día, tratando de volver a empezar en un pequeño circo, se le ofrece aquello que al principio de la película le había causado tanto desprecio: una pequeña oportunidad de trabajo, como El Engendro, el hombre bestia.
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