Posted by Charles Cullen es un asesino estadounidense que realmente existió, cuyo caso real es la base de la película El Angel de la Muerte, estrenada en Netflix en octubre de 2022. En este artículo contaremos las verdaderas y horribles hazañas de este individuo.
Los sospechosos
2003, Nueva Jersey. Amy Loughren es una madre soltera de 38 años que trabaja como enfermera en el Somerset Medical Center. Tiene que criar sola a sus dos hijos y para garantizarles un futuro se dedica con gran compromiso y pasión a su profesión.
Amy sufre una enfermedad cardíaca y durante sus turnos en el hospital forma un vínculo con un colega llamado Charles Cullen, de 43 años. Los dos parecen estar unidos por el sufrimiento: si Amy tiene que lidiar con un gran malestar físico, Charles a su vez libra una batalla diaria contra la depresión. Con el tiempo su amistad se solidifica, ambos siempre están dispuestos a darse una mano.
Parecería una buena historia si no fuera porque en algún momento sucede algo totalmente inesperado. Amy es contactada por la policía. Los investigadores le dicen que sospechan que su amigo Charles Cullen es un asesino en serie que voluntariamente inyecta dosis letales de drogas a los pacientes, por lo que le piden ayuda para recopilar información sobre él y tratar de obtener una confesión.
Amy está sorprendida por esta noticia. Parece imposible que Charles pudiera haber cometido tales acciones. La mujer decide colaborar, descubriendo así una realidad que va mucho más allá de la imaginación.
Al parecer, el colega había pedido una cantidad de medicamentos cuyo uso no estaba previsto en las terapias de los pacientes de la sala donde trabajaba. A través del registro en la computadora del hospital, surge que Cullen había atendido a pacientes hospitalizados que no le habían sido asignados y durante su vigilancia, algunos de ellos habían muerto de un paro cardíaco.
Un día, Amy invita a Charles a almorzar juntos, la mujer ha escondido un micro que graba toda la conversación. Durante la conversación, la mujer insta a su amigo a que se suelte y se libere, y es en este punto cuando las sospechas se convierten en certezas. Charles Cullen confiesa ser un asesino en serie.
Pero, ¿qué sabemos de su vida y cómo se originó su perturbante proyecto?
Charles Cullen
Nacido el 22 de febrero de 1960 en West Orange en el seno de una familia numerosa, es el menor de ocho hijos. La madre es ama de casa y el padre chofer de autobús. Charles nunca conocerá a este último, ya que muere cuando el bebé tiene solo siete meses.
Su infancia ciertamente no es sencilla, en la escuela es continuamente víctima de bullying y esto lo lleva a vivir en un estado de depresión crónica que lo lleva a autolesionarse. A la edad de nueve años intenta suicidarse por primera vez ingiriendo fármacos. En el transcurso de su existencia, Cullen intentará quitarse la vida veinte veces.
Otra tragedia lo golpea cuando tiene 17 años: su madre muere en un accidente automovilístico. Un hecho que lo devasta profundamente. Después de esto, Charles abandonó sus estudios y se unió a la marina. Durante el período de servicio se convierte en protagonista de inquietantes episodios. En una ocasión llega al turno de trabajo con bata de médico, mascarilla quirúrgica y guantes de látex.
Mientras tanto, también continúan sus intentos de suicidio que lo llevarán a ser dado de baja de la marina.
Después de regresar a casa, Cullen se matricula en la escuela de enfermería, un camino que lo lleva a encontrar trabajo en el hospital de Livingston. En el mismo período conoce a una chica, Adrienne, que se convertirá en su esposa y con la que dará a luz a dos hijos. Su relación durará hasta enero de 1993, cuando su esposa pide y obtiene el divorcio, denunciándolo también por violencia doméstica. Según los documentos y las denuncias, Charles tenía problemas de alcoholismo y se entregaba a un comportamiento extraño y reprobable. Hizo bromas telefónicas en funerarias, maltrató a los animales y vertió líquido para encendedores en las bebidas de otras personas.
En marzo del mismo año recibió una denuncia por acoso, ya que acosaba a una compañera siguiéndola por la calle, la llamaba constantemente y en una ocasión entró a escondidas a su casa mientras ella dormía. Debido a este comportamiento, Charles es puesto en libertad condicional por un año.
Esta imagen sería suficiente para perfilar a Charles Cullen como un tipo problemático e inquietante, pero a pesar de esto hay un secreto en su vida que lo hace aún más peligroso socialmente. El joven enfermero mata deliberadamente a los pacientes durante los turnos del hospital.
Todo comenzó el 11 de junio de 1988, dentro del centro médico de Livingston. Dentro de la instalación se encuentra un hombre de 72 años que tuvo una reacción alérgica a un medicamento anticoagulante. Charles está de servicio e inexplicablemente administra una dosis letal de droga intravenosa al hombre que lo lleva a la muerte. Cullen acaba de comenzar un camino de muerte tortuoso y silencioso. Durante sus años de estadía en la instalación mata a otros 11 pacientes de la misma manera, logrando no ser descubierto por nadie. En enero de 1992, dentro del hospital comenzó a surgir la sospecha de que alguien manipulaba las bolsas de líquido intravenoso para los pacientes. En este punto Charles, alarmado, decide dar sus dimisiones.
Al mes siguiente encontró trabajo como enfermero en Philipsburg. En la nueva instalación, también, continúa con sus malsanas intenciones, matando a tres mujeres con dosis fatales de digoxina. Durante los siguientes años Cullen pasó de un hospital a otro, en algunos casos siendo despedido por sus particulares conductas, en otras ocasiones fue él mismo quien dimitió. En su paso por los diversos centros médicos siguió sembrando muerte, matando pacientes de diversas edades. Su víctima más joven tenía 21 años.
Un rastro letal que duró muchos años, hasta que el hospital de Somerset señaló a las autoridades que sospechaba que uno de sus empleados estaba administrando cantidades letales de medicamentos a los pacientes. A partir de ese momento se inició la investigación en la que también estaba implicada Amy y que el 14 de diciembre de 2003 condujo a la detención del hombre.
La condena
Unos días después de ser puesto bajo custodia, Cullen comienza a confesar sus actos. El enfermero declaró que había matado a esas personas porque quería poner fin a su sufrimiento evitando que sus condiciones los condujeran a una muerte más lenta y dolorosa. Sin embargo, parece que muchas de sus víctimas no tenían enfermedades terminales y serían liberadas una vez sanadas.
Charles dice que no recuerda cuántas personas mató.
El 2 de marzo de 2006 fue condenado a 11 cadenas perpetuas consecutivas, además de otras condenas que elevan la pena total a 18 cadenas perpetuas. Las víctimas confirmadas son veintinueve, sin embargo la sospecha es que durante sus 25 años de carrera criminal Cullen haya cometido muchas más y que pudo haber matado hasta a 400 personas.
La historia tuvo una fuerte repercusión mediática y aún hoy sigue siendo muy comentada. En octubre de 2022, se estrenó en Netflix la película El Angel de la Muerte (The Good Nurse), inspirada en el libro del mismo nombre de Charles Graeber. La película narra la historia de la captura del asesino en serie a través de la participación de Amy Loughren en su misión en nombre de las autoridades.
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Fuentes:
murderpedia.org – Charles Cullen
medicalbag.com – Charles Cullen, The Killer Nurse: A Deeper Evil
nypost.com – how nurse caught nation’s deadliest serial killer, her co-worker
thesportsgrail.com – Who Is Amy Loughren Who Caught Serial Killer Nurse Charles Cullen, Where Is She Now Today In 2022, Age, Biography And Heart Condition
glamourmagazine.co.uk – “How i caught America’s most prolific serial killer”
