¿Qué son las operaciones de bandera falsa?: significado e historia

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Tener la certeza de estar frente a la verdad es cada vez más difícil.

La historia y los acontecimientos actuales están llenos de operaciones de “bandera falsa”.

La fórmula de la “operación de bandera falsa” nació en el siglo XVI para describir el uso por parte de los piratas de banderas amigas falsas para atraer a los barcos mercantes lo suficientemente cerca como para atacarlos. Luego, el término evolucionó y se amplió para definir cualquier operación planificada para llevar a cabo un ataque, real o simulado, contra las propias fuerzas y luego culpar al oponente, creando la base para la represalia.

Muchos cruceros auxiliares operaron de esta manera en ambas guerras mundiales; por ejemplo, durante la Primera Guerra Mundial, los barcos Q británicos, que eran barcos mercantes armados, fueron famosos por este comportamiento.

Sin embargo, la operación de bandera falsa más conocida y más citada es la orquestada por la Alemania nazi para invadir Polonia el 1 de septiembre de 1939. La noche anterior a la invasión, el 31 de agosto, siete agentes de las SS alemanas llevaron a cabo un simulacro de ataque contra la estación de radio de Gleiwitz (Gliwice, ahora en Polonia), vistiendo uniformes del ejército polaco. Algunos presos fueron asesinados y sus cuerpos, vestidos con uniformes alemanes, fueron encontrados dentro de la estación de radio. Al día siguiente, Adolf Hitler denunció el ataque como obra de saboteadores polacos y ordenó a sus soldados cruzar la frontera: era el comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

La táctica de bandera falsa no se limita solo a las misiones de guerra, sino que también se usa en tiempos de paz, se usa en espionaje, negocios y marketing (como en algunas campañas de relaciones públicas) en campañas políticas.

Se pueden realizar operaciones de bandera falsa para justificar la invasión de un estado soberano quizás con la excusa de que ahí está el corazón del terrorismo o se usan armas químicas. Los pretextos para justificar una invasión o una operación de mantenimiento de la paz pueden ser múltiples.

Y así, entender quién quiere realmente la paz o la guerra se vuelve difícil, si no imposible.